jueves, 17 de enero de 2008

Bajamar

No hay una razón para vivir.

Sólo una multitud de pequeños motivos para continuar buscándola.

Motivos que lo asaltan a uno en el más lejano de los páramos.

Pequeños, ocultos, invisibles a la vista de los hombres y mujeres importantes que se han perdido en la vastedad de su propia complacencia.

Si se tiene la suerte de encontrarlos, es posible que ya no sea necesario buscar una razón para vivir.

Estará uno demasiado ocupado.
Pensando que no hay nada más razonable que estar vivos.

Aquí, bellos motivos que quedan al descubierto en bajamar.




Para ver el video sin interrupciones, arrancarlo y ponerlo en pausa al cabo de algunos segundos.
Cuando haya cargado completamente, podrán verse los dos minutos sin tropiezos.

3 comentarios:

Steki dijo...

Hola Inmensa María!
Como siempre regalándonos cosas tan bellas de la naturaleza.
Siento, ante las maravillas de la naturaleza, una inmensa emoción.
Gracias!
BACI, STEKI.

Eric dijo...

Hola María, muy bellos tus dos blogs, me encantan las fotografías.
Justamente, acabo de abrir uno, si te interesa lo podrás encontrar en mi perfil, tengo otro de música.
Vivís en Ushuaia ?, en el 2006 tuve la oportunidad de conocer, junto con Calafate, y son dos lugares hermosísimos.
Siento una sana envidia por aquellos que viven en el sur de nuestro país.
Gracias por contestarme en el blog de Steki, me alegra haber acertado :)
Saludos.

María dijo...

Gracias a Ud., Ericram.
Steki, ¿verdad que la naturaleza es un regalo?